PEREGRINACIÓN DE LOS SEMINARIOS REDEMPTORIS MATER
Durante los días 2 al 5 del pasado mes de abril, se llevó a cabo la Peregrinación anual de los Seminarios Redemptoris Mater de México (Guadalajara, Ciudad de México y Puebla). Este año nos tocó visitar las comunidades del Camino Neocatecumenal de las ciudades de León (Guanajuato) y Aguascalientes.
Cada año, los seminaristas vivimos una peregrinación visitando santuarios, haciendo momentos de caminata, oración, y lectura espiritual, celebrando la Eucaristía con las comunidades y conviviendo con las familias que los acogen durante estos días. Además, compartimos con los hermanos nuestra experiencia vocacional.
Este año nos acompañaron los seminaristas del Seminario Redemptoris Mater de Vancouver, Canadá. De dicho seminario vinieron 7 seminaristas de distintas nacionalidades: Costa Rica, Paraguay, Colombia, Estados Unidos e Italia. También estaba con ellos el padre espiritual de su seminario, de nacionalidad peruana.
Del Seminario de Ciudad de México eran 13 seminaristas, oriundos de México, Brasil, y Costa de Marfil. Del Seminario de Puebla asistieron 9 seminaristas, originarios de México y Perú.
La peregrinación inició en la ciudad de León. El martes 2 de abril nos dividimos en 3 equipos para ser distribuidos con los distintos hermanos que nos iban a acoger. En Camino Neocatecumenal en León está presente en tres sitios: la Rectoría de la Resurrección, el Templo del Divino Redentor (conocido como “El Mezquitito”) y la parroquia de san Juan Bautista (en Las Arboledas). Los hermanos que hacen la experiencia del Camino Neocatecumenal en dichos lugares, nos recibieron en sus casas y con ellos celebramos la Eucaristía por las noches.
El miércoles caminamos cerca de 4 kilómetros hasta el centro de la ciudad, rezando el rosario y haciendo cantos. Llegamos a la Catedral de Nuestra Madre Santísima de la Luz, donde rezamos la hora intermedia, para después ir al Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, donde visitamos las catacumbas e hicimos oración por los difuntos. Al siguiente día subimos el cerro del Cubilete, ese día caminamos por 3 horas, desde el Santuario de María Reina, hasta llegar a la cima, al emblemático Santuario Votivo Nacional de Cristo Rey, donde hicimos un tiempo de oración junto con los demás peregrinos que visitaban el lugar.
El viernes 5 de abril partimos para Aguascalientes, visitamos el santuario del Cristo Roto en el pueblo de san José de Gracia. En la noche concluimos nuestra peregrinación celebrando la eucaristía con las Comunidades del Camino Neocatecumenal que hacen esta experiencia en la parroquia del Divino Niño.
Estas peregrinaciones nos recuerdan que somos peregrinos, que estamos de paso y lo único que tenemos seguro es la Vida Eterna. Nos ayuda visitar los santuarios para encomendar nuestra vocación a la Virgen María. También nos edifica conocer la vida de tantos hombres que se han entregado a Cristo, tenemos el ejemplo de los mártires de la Guerra Cristera (como los mártires de san Joaquín, en Guanajuato) que nos motivan a estar dispuestos a dar la vida en cada una de las luchas que vivimos como cristianos.
Estamos muy agradecidos con todos aquellos hermanos que nos recibieron en sus casas, con los que compartimos nuestra experiencia de fe. Sabemos que Dios les recompensará todo lo que hicieron por nosotros. Esperamos que la alegría de Cristo Resucitado haya impregnado las parroquias y las comunidades que visitamos.